viernes, 29 de mayo de 2009

Apariciones misteriosas en los decorados de Cuarto Milenio

Este es un caso detectivesco en el que una empresa de alquiler de atrezzo tan conocida como Hermanos Vazquez, un negocio familiar centenario en España y conocido por todos los profesionales del sector del espectáculo, fue sorprendida practicando una especie de contrabando aun por determinar con material fraudulento protegido por derechos de autor, un comercio ilegítimo que ha practicado despreocupadamente sin que la actividad supusiera un problema a la hora de contratar con las productoras de cine y televisión que le alquilan el material, en muchos casos pagado con el dinero de los impuestos derivado de las ayudas del gobierno para la promoción cultral, este detalle hay que tenerlo en cuenta también. Es curioso que las corporaciones pongan el grito en el cielo para clamar por los derechos que violan constantemente, y azuzan a sus abogados por reclamar el respeto por los derechos de autor que ni ellos mismos tienen con sus propios trabajadores, como los cámaras y demás creativos cuyos derechos de autor son espoliados por las cadenas de televisión sin ningún reconocimiento.

Recientemente se puso de manifiesto el poco interés por la realidad de los profesionales de Cuarto Milenio, programa de máxima audiencia emitido por la cadena de televisión Cuatro y presentado por el ya famoso Iker Jiménez para dar miedo las noches de domingo a  unos 800.000  españoles, cuando el pasado 3 de mayo emitían un reportaje de vergonzoso rigor periodístico sobre el ataque a personas por parte de espíritus demoníacos invocados accidentalmente durante sesiones de tabla Ouija. Nos contaron pavorosamente cómo más de 600 colegialas de entre 12 y 15 años habrían sufrido esos ataques hasta el punto de tener que haber sido hospitalizadas a causa de las posesiones. Esto no lo contaron pero el caso es reciente y los médicos diagnosticaron una histeria colectiva provocada por la represión de la afectividad a la que fueron sometidas las alumnas, y la estricta disciplina que exigía el centro escolar, un internado de monjitas. Los rumores de la "posesión demoníaca" partían de la mismísima directora del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia, que tuvo que emitir sus disculpas argumentando que trababa de dar una explicación asimilable para los papás, a los que tomó por idiotas o fundamentalistas supersticiosos para llegar a pensar que les parecería convincente la hipótesis de las posesiones demoníacas para no tener que explicar las torturas y demás vejaciones cometidas por las monjitas del colegio a las que confiaban a sus hijas. El reportaje "Venganzas del Más Allá" puede verse online en los foros del programa, en URL:


Estos fraudes son tan numerosos que se ven con normalidad a ojos públicos, es bien conocido el poder de la Iglesia y su falta de escrúpulos a la hora de enterrar los escándalos de sus acólitos, pero que un programa de máxima audiencia que presume de cierto rigor periodístico y de investigación, como es el caso de Cuarto Milenio, se preste a colaborar con este tipo de fraudes simplemente por rellenar contenido puede llegar a tener consecuencias graves porque mucha gente se lo cree y luegon son víctimas de su propia capacidad de autosugestión. Por esta razón pienso que se debería especificar mejor cuándo un programa es serio y cuándo no deja de ser un circo mediático prediseñado para su audiencia. Está claro que Cuarto Milenio solo es un programa de ciencia ficción, y como tal a mí me entretiene.

Para la recreación del reportaje en el que unos niños invocan a un espíritu muy malo que acosa durante años a toda la familia se valieron también de material fraudulento, falsificaciones de fotografías presuntamente descargadas de la web TIFFotos.com, mantenida por quien suscribe, que habían sido suministradas, según reveló la responsable del Cuarto Milenio, por la empresa centenaria de  atrezzo de los Hermanos Vázquez combinadas en dos trípticos que colgaban de la pared de uno de los decorados, y por los que por supuesto habían cobrado. Los responsables de la empresa de atrezzo Hermanos Vazquez aseguran que sin mala intención no llevan ningún control de los productos que ofrecen entre su gran diversidad de artículos,  sus abogados aseguran que sus clientes han sido buenas personas y que nadie sabe de cómo llegaron esas falsificaciones hasta su catálogo de productos, y que cobraban por su alquiler lo justo para sobrevivir a estos tiempos de crisis. 

En mi opinión los responsables de Hermanos Vázquez son otro mal ejemplo de empresarios a los que importa muy poco la ética profesional, otro palo seco de la rama industrial del espectáculo.

...y hasta aquí el primer episodio.